Historia de depresión y he intentos de suicidio

Depresión tema difícil, fuerte para todos los que de una u otra forma la viven o padecen, porque alguna vez en la vida la haya padecido o porque tengan algún familiar que la padece, se dice tan fácil, pero es tan pero que tan compleja y cuesta abordar el tema sobre todo en la familia cuando se vive algún intento de suicidio de un familiar muy cercano, Dios cuanto cuesta hacer entender a los familiares y amigos esas situaciones, como explicarse uno mismo porque alguien llega a esos extremos de querer perder la vida.

Es duro llegar un día del trabajo y encontrarte conque tu hija se ha intentado suicidar, que tu madre piense para llevarte al lugar donde encontró a su nieta en una laguna de sangre y con lágrimas en los ojos y todo el dolor del mundo te diga que tu hija se corto las venas con una hojilla y la encontró allí tirada bajo la ducha, entre la desesperación de la abuela y la madre ella  atina a decir encárgate  tu por favor de limpiar este desastre mientras yo corro al hospital a ver como está, minutos apenas llego presurosa y encuentra a la familia en pleno gracias a Dios estaba fuera de peligro después que le habían puesto plasma y le agarraban un montón de puntos en el dorso de las muñecas, doblez del codo, en los labios porque al caer desvanecida  por la perdida de sangre se rompió el labio y se partió un diente, luego frente al siquiatra tratando de explicarle todo aquel horror que estában viviendo del porque aquella locura de una jovensita que lo tiene todo sin lujos dentro una vida cómoda con todo lo que se le puede dar,  impresiona oír que lo hizo por unos amores locos que tuvo y la dejo por eso la chica se siente como una cucaracha aplastada que todo el mundo la pisotea, que horrible debió sentirse para llegar a hacer lo que hizo, al fin se la entregan para llevarla a casa tenía el cabello marrón de la sangre seca en una cabellera rubia teñida, la tez de la cara era de una expeluznante transparencia que me heló la sangre al ver aquel rostro de mirada perdida y de desilusión por no haber podido cumplir su mayor deseo en ese instante.

LLegamos a casa la pasó al baño tuve que sentarla bajo la ducha no se que tiempo duramos allí sacándole la sangre de la melena lloraba de frió, de dolor de las heridas y me imagino del alma, una vez aseada se vuelve a ver el cabello rubio su rostro casi transparente por la palidez y bajo los efectos de los medicamentos  para dormir y calmar la ansiedad, nos partía el alma ver aquel ser bajo las sábanas tan indefensa, tan apagada y todos alrededor tan consternados sin terminar de entender todo lo que en ese momento estábamos viviendo. 
                                                    Continuará...


                                             Siempre Isi!!!