Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿La señora no quiere saber quién le envió estas cosas?
La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:- No, mi hijo.. No es preciso. Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!
Tratando de plasmar mis sentimientos de una u otra forma, en la mejor manera que me sea posible y rogando que les llegue, los haga sentir cualquier emoción gratificante... Siempre Isi!!!
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